Calesas, ¿en qué otras partes del mundo aún se siguen usando?

Las carrozas o calesas eran un medio de transporte idóneo desde hace muchos años hasta antes que llegará el uso del automóvil. Sin embargo, a pesar del paso del tiempo se ha convertido en un atractivo turístico que persiste no solo en Mérida, sino en varios lugares del mundo.

Hace apenas la semana pasada hubo un incidente en el centro de Mérida sobre un caballo desplomado en plena calle. Hubo polémica sobre el trato de estos animales en su labor de jalar las tradicionales calesas, señaladas por diversas agrupaciones animalistas como maltrato animal. A pesar de que las autoridades declararon que el accidente fue a causa de aceite derramado que hizo resbalar al animal, este suceso causó revuelo por la persistencia del Ayuntamiento de Mérida de mantener a los llamados Coches Caballos como un atractivo turístico del centro histórico.

Sin embargo, no solo es en Mérida donde aún persiste esta tradición del transporte con animales. Aquí una pequeña muestra a través del mundo donde también se usa el Coche Caballito.

En Quebec, también se pueden encontrar calesas. Estos carruajes ofrecen un encanto nostálgico y son utilizados para recorridos turísticos.

Zanzíbar, Tanzania: Las “calesas de Zanzíbar” son populares en esta isla. Los turistas pueden disfrutar de paseos en estos carruajes mientras exploran la ciudad.

Viena, Austria: Los Fiaker, como se les conoce en Viena, son emblemáticos. Originarios del siglo XVII, estos vehículos son un símbolo de la historia y la cultura vienesa. Ofrecen paseos por el casco antiguo, donde puedes admirar monumentos como la Catedral de San Esteban y la Ópera de Viena.

Londres, Reino Unido: Los carruajes reales en Londres, como el Gold State Coach, se utilizan en eventos especiales y son parte de la tradición real. Además, las Caballerizas Reales albergan una colección de carruajes históricos.

Otros lugares: Además de Viena y Londres, puedes encontrar carruajes turísticos en ciudades como Nueva Orleans, Charleston, Praga, Granada y Cartagena. Cada lugar tiene su propio encanto y ofrece una experiencia única para los visitantes.

Por Yael Rodriguez