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Desafíos para la preservación de la seguridad pública en Yucatán

por YT
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El abogado yucateco, maestro en ciencias penales, consultor en seguridad y último comisionado general de la extinta Policía Federal de México, Manelich Castilla Craviotto, analizó los recientes hechos delictivos locales y consideró que mientras los yucatecos tengan esta forma especial de proteger la tranquilidad, Yucatán seguirá siendo un estado seguro.

También advirtió que la percepción de seguridad de Yucatán se ha movido hacia abajo y eso es peligroso, pues significa pérdida de confianza en las autoridades.

Con la desconfianza comienza la descomposición social y esto lo aprovecha el crimen organizado para incursionar en la plaza.

“Cualquier punto hacia arriba o abajo en la percepción de seguridad hay que analizarlo con mucho cuidado”, recomendó. “Yucatán tiene que aprender a leer estos mensajes cíclicos de la seguridad, porque en gran parte se debe a la confianza en las autoridades”.

“Cuando empieza a moverse la percepción hacia abajo es que empiezan a desconfiar de la autoridad”.

“La desconfianza es una de las herramientas del crimen organizado para hacerse de los mercados ilícitos y ocupar las plazas”, prosiguió. “Comienzan por desacreditar a las autoridades, confrontar a la sociedad con sus autoridades de procuración de justicia y de seguridad… no hay que permitirlo”.

“Debe existir mucha madurez en la sociedad, no hacerle caso a quienes quieran alejar a la autoridad de la sociedad. Cuando hay resultados a la baja, hay que analizar a fondo las encuestas de percepción de seguridad”.

“La confianza se gana con hechos y resultados. Yucatán, conjuntamente su sociedad y su autoridad, han logrado construir un vínculo de confianza muy sólido que habría que conservar”, reiteró el maestro penalista y experto en seguridad.

“No se puede dejar a un lado que la sociedad siga exigiendo, cuestionando y colaborando en materia de seguridad. Como autoridades están obligados a escuchar y aceptar las críticas y corregirlas, para eso son servidores públicos”.

“Yucatán tiene buenas prácticas de gobierno en materia de seguridad que no se pueden perder”.

Como contexto previo a la entrevista que el consultor en seguridad concedió al Diario, se le plantearon los últimos hechos delictivos ocurridos en Yucatán:

1) El linchamiento de un joven que asesinó a una mujer de la tercera edad en Tekit.

2) La captura de un prófugo guatemalteco, líder de un grupo de la pandilla Mara Salvatrucha.

3) El reconocimiento del gobierno que 60 municipios de 106 enfrentan problemas de drogas y violencia.

4) El reconocido aumento del consumo de drogas en el estado.

Con base en estos elementos se le preguntó por qué ocurren todos esos hechos en el estado.

“Primero habría que precisar que son hechos que lamentablemente se están repitiendo en la región, no solo en Yucatán”, respondió.

El abogado añadió: “Habría que voltear a ver qué está pasando en el resto del país y en América Latina, y preguntarnos cuál es este aspecto subcultural que está permeando en la sociedad haciéndola más violenta, más alejada de los patrones tradicionales de la sociabilidad”.

“Estamos viviendo los tiempos de formación de nuevas generaciones, estamos sometidos a muchos estímulos que tienden a fragmentar a la sociedad y en gran parte se debe al incremento, sin duda, al consumo de drogas más duras”.

“Nos estamos alejando cada vez más del patrón de controles que antes fungían como necesarios para mantener la sociabilidad, estamos viviendo malos tiempos en materia de seguridad”.

Ámbito local
“En el caso particular de Yucatán, llamaría a ser muy cuidadosos, no olvidemos que mucho del discurso de la seguridad y sus logros son producto de la percepción”.

“Cuando la percepción sobredimensiona las cosas, la percepción tiende a afectar esta sensación de seguridad que hay que prevalecer”, reiteró. “Hay que analizar estos sucesos antes de decir que Yucatán está perdiendo la calidad de su seguridad”.

“No se pueden negar que los hechos de violencia son reales; esta la brutalidad que se vio en el linchamiento en Tekit, las detenciones de delincuentes que están huyendo de otros lugares y vienen a Mérida, el incremento del consumo de drogas…”

“Hay que analizarlo con mucho detenimiento y no permitir que la percepción se modifique, porque eso sí significaría que empezaríamos a perder el estatus de lugar seguro, del lugar donde se puede vivir y convivir en paz”.

¿Ha cambiado la imagen de estado seguro de Yucatán?
“Seguiré siendo un convencido que en Yucatán se vive algo que difícilmente se encontrará en alguna otra parte del país, en ninguna parte”.

“Eso tiene que ver con el rol de la sociedad, las costumbres, la cultura, la forma de ejercer control social. Todo esto no existe en otro lugar del país, Yucatán sigue manteniendo esta parte muy importante de estado seguro”, afirmó.

“Mientras la sociedad yucateca reaccione a estos tipos de acciones violentas, seguirá siendo seguro. El crecimiento de los últimos años de la ciudad, la llegada de muchas personas que vienen en busca de seguridad y tranquilidad es un gran reto”.

“Mientras el yucateco siga siendo el baluarte, el garante de esta tutela del patrimonio cultural de la sociedad, difícilmente habrá un proceso de descomposición”, refirió el abogado.

“El activo más valioso de un estado es su sociedad, no existe otro ejemplo como la sociedad yucateca que notoriamente forma parte de la protección de su seguridad. No es que no existan delitos, pero son tan bajos en comparación con otros estados del país que es muy notorio. Mientras los yucatecos tengan esta forma especial de proteger la tranquilidad, Yucatán seguirá siendo un estado seguro”.

¿Hay una expansión y recrudecimiento de la delincuencia en estos tiempos?
“La delincuencia se ha incrementado en virtud de muchos factores. Hay que aprender a determinar qué tipo de conductas delictivas nos está afectando, qué tipo de actos violentos está empezando a permear en la entidad”, recomendó.

“Lo que sí ha incrementado es el consumo de drogas duras, lo he leído en el Diario, y los efectos que tienen se reflejan en el comportamiento social. La información con la que cuento sobre este último incidente del homicidio de esta mujer y el posterior linchamiento del joven están de alguna manera correlacionados con el tema de drogas”.

“La criminología explica la conducta antisocial, hay factores múltiples en la delincuencia, y uno de ellos tiene que ver con la farmacodependencia, con la subcultura, con denigrar a la mujer, la pérdida de valores, banalizar la violencia”.

“Basta con escuchar la música que hoy se consume en el país: hay un ataque a la escala de valores”.

“Hay que aprender a analizar cuándo estamos ante un crecimiento de la delincuencia y cuándo hay un crecimiento de los factores y los ilícitos. Aquí hay que hacer un alto en la cultura, la educación, hay muchos frentes que tienen una batalla muy importante que vienen después de la seguridad. Hay que escalar desde esta lógica de lo que sucede en Yucatán”.

¿Estos hechos en qué grado afectan a los sectores económico y turístico del estado?
“No veo que se den en Yucatán estas manifestaciones que atentan contra los sectores productivos y económicos como la extorsión violenta a los establecimientos mercantiles, el secuestro y cobro de piso”, señaló. “Me parece que son conductas, que para bien, no se ven con frecuencia en Yucatán”.

“Lo que se sabe es de la llegada permanente de nuevos capitales de inversión, de grupos y personas que quieren ser parte de la vida económica del estado. Las autoridades deben mantener el trabajo que realizan para que al primer brote de estas conductas delictivas, las atiendan con toda la fuerza del derecho sólido y sus fuerzas de seguridad. Las instituciones tienen que seguir siendo sólidas y confiables”.

¿Cuáles son los pendientes de las autoridades en materia de seguridad?
“Es una gran pregunta. Siempre hay pendientes y nuevos desafíos. Lo primero es seguir con esa línea de la capacitación, dotar a los elementos y corporaciones de herramientas que les permita hacer bien su trabajo, seguir contando con ese desarrollo tecnológico para estar a la altura del crecimiento demográfico del estado”, destacó.

“Es un enorme desafío para la seguridad y la procuración de justicia cómo detectar los pequeños brotes básicos antes de que se conviertan en delitos”.

¿Cree que los últimos hechos delictivos han afectado la confianza de los habitantes hacia las autoridades?

“Lo que he sabido, insisto a través de la lectura del Diario y otras fuentes, es que quizá la cifra de percepción de seguridad se ha movido hacia abajo”.

“Yucatán se disputa con Baja California Sur el título de estado más seguro de México, hay que analizarlo con mucho cuidado”, afirmó. “Cualquier punto hacia arriba o abajo hay que analizarlo con mucho cuidado, Yucatán tiene que aprender a leer estos manejos cíclicos de la seguridad porque en gran parte se debe a la confianza en las autoridades. Cuando empieza a moverse los puntos hacia abajo, es que empieza la desconfianza”.

El 20 de septiembre de 2024 el Diario publicó que por segundo año consecutivo, Yucatán perdió el título del “estado más seguro de México” ante Baja California Sur, según los indicadores de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe 2024) del Inegi.

En 2018 la percepción de inseguridad en el estado era de 32.5% y en 2023 aumentó a 37.8% bajo el mandato del gobernador panista Mauricio Vila Dosal.

Sin embargo, Yucatán tiene la menor tasa delictiva y tasa de víctimas de delito por cada 100,000 habitantes. El delito más común y denunciado en Yucatán es el fraude, tanto bancario como al consumidor, con una tasa de 8,019 estafas por cada 100,000 habitantes en 2023.— Joaquín Chan Caamal

En sus propias palabras Manelich Castilla Craviotto, abogado y consultor en seguridad

“Una de las herramientas más usadas por el crimen organizado para hacerse de las plazas es desacreditar a las autoridades, confrontan a la sociedad con sus autoridades de procuración de justicia y de seguridad. No hay que permitirlo, debe existir mucha madurez en la sociedad, no hacerle caso a quienes quieran alejar a la autoridad de la sociedad. Cuando hay resultados negativos, hay que analizar las causas”.

“Hay que trabajar mucho en justicia cívica, tiene que ser la primera línea de batalla antes que se vuelva un asunto entre policías, ministerios públicos y procesos penales. Sin duda, el combate a los delitos es un desafío permanente para todas las instituciones”.

“Aquí juega un papel muy importante la justicia cívica. Tiene que ser la más importante para detectar posibles hechos delictivos”.

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

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