
Olvido a los difuntos, una oportunidad de ”brujería” en Tizimín
Uno de los problemas que hay en los panteones municipales es el abandono en el que están convertidas numerosas criptas, ya que no solo se han olvidado de ellas, sino que algunas son usadas para realizar actos de brujería al estar expuesto su interior.
En el municipio se cuenta con dos camposantos, “Jardín del recuerdo”, o antiguo, y “Jardín de la paz”. El primero es el que registra mayor abandono por parte de los deudos, mientras que el otro está mejor organizado y la mayoría de las fosas son “propiedad”.
De hecho, en el cementerio antiguo se han ocupado espacios donde habían restos humanos que durante varios años los familiares no han reclamado y que hoy han servido para que se realicen nuevas fosas.
De acuerdo con el director de cementerios, Miguel Loría López, del panteón antiguo se han retirado más de 200 restos óseos, algunos ya se han convertido en polvo.
Los que de plano no tienen nombre y no existen registros de sus familiares se colocan en fosas comunes habilitadas para ello.
Mientras que otros los han puesto en osarios en espera que los familiares reclamen pues al final se les compensa el espacio con otros tras su exhumación sin cobrarles algún peso.
Actos de “brujería” en Tizimín
Por otra parte, los sepultureros indican que gran parte de las personas que sepultaron a sus familiares en el panteón se fueron a Quintana Roo y ya no radican en la zona por lo que se han olvidado de ellos.
Todavía hace poco hubo unas personas que llegaron del vecino estado después de 30 años, a reclamar por su muerto y se le ha dotado de la información, así como de los restos óseos que rescataron.
Según dicen, hay otras fosas que están a punto de desplomarse pues sus lápidas ya se desfondaron o están abiertas, lo que implica que acuda gente mal intencionada a dejar animales muertos, muñecos, frascos entre otros artículos que sirven para hacer actos de brujería.
Solo del cementerio antiguo más de un 50% de las criptas no son visitadas, en años, de hecho hay un área que son solo tumbas de bebés que nadie les enciende alguna veladora y que data desde 1940.
En el panteón jardines de la Paz los encargados indican que solo para estas fechas comienzan a llegar familiares a limpiar las fosas, el resto del año se mantienen entre basura, con matas crecidas sin que alguien les dé mantenimiento.
Aunque las fosas son propiedad privada, hay restos que los han dejado en osarios esperando que alguien los reclame pero que muy rara vez alguien lo hace.— WENDY UCÁN CHAN
Nota original aquí
Fuente: Diario de Yucatán